Por todo el mundo se encuentran una serie de lugares, que en antaño fueron playas paradisíacas en un enclave único, y que desde hace unas décadas se han convertido en el desguace de todos los navíos del mundo entero. El caso de la playa de Alang es especial, porque se lleva casi el 50% de todos los barcos que se desguazan en todo el mundo, y es de destacar que a los armadores les sale casi gratis, ya que solo tienen que abandonar estos buques en estas playas, para que un ejército de personas armadas con herramientas y equipos de soldadura hagan el resto por un miserable sueldo.
Los desguazaderos de barcos están localizados en el Golfo de Khambat, 50 kilómetros al sureste de Bhavnagar, en la costa occidental de la India. Recomiendo usar la aplicación Google-Earth para localizar y ver el lugar, o bien acudir a este link.


Hasta los años 70, el proceso de desguace de los grandes barcos se realizaba en los puertos europeos, en operaciones altamente mecanizadas y controladas, pero según se iban incrementando los requerimientos para dehacerse de los materiales tóxicos, los costes aumentaban. Por eso, la mayoría de las grandes compañías armadoras empezó a buscar lugares donde poder desmantelar barcos de forma barata -con mano de obra mucho peor pagada que la europea- y donde se prestara menor atención a los desechos tóxicos, donde acabaron por llegar a los países más pobres del mundo, en las costas asiáticas. Alang, Pipavav o Voradevou en la India; Chittagong en Bangladesh; Aliaga en Turquía y numerosas playas de Pakistán y China.
Desde entonces, cada año llegan entre 600 y 700 grandes buques a las playas asiáticas para ser desguazados, según datos de Greenpeace, aunque la cifra se ha incrementado considerablemente desde los accidentes del 'Erika' y el 'Prestige', que han llevado a la UE a endurecer sus leyes para permitir la navegación, y que ha dejado fuera de uso a gran cantidad de buques monocascos.

Los trabajadores de Alang comienzan su actividad en torno a las 6:30 de la mañana, tras algunos lavados en un cubo en el fangoso terreno fuera de sus chozas. Otros en cuclillas en los charcos, sumergen sus cepillos en el agua de color amarillo para lavarse los dientes.

Existe un segundo negocio bajo el desguace de Alang, y reside en los que tienen el poder o la influencia para hacerse con "la primera captura" cuando llega un buque nuevo. Dicha primera captura consiste en ser el primero en llegar con la cuadrilla a las cocinas, salones o despensas del barco, y quedarse con todas las vajillas, copas, toallas, manteles, y todo cuanto se encuentre en buen estado y sea posible revender, ya sea en los mercados de Alang o fuera de allí. Realmente, se trata de un desguace a distintos niveles, donde se empieza por vaciar el barco de todo aquello que sea aprovechable o útil, pasando al mobiliario, y a continuación, todo el cableado eléctrico y tuberías de todo tipo. El resto es trabajo de soldadores y sierras.

Alang pasó de ser una playa paradisíaca, a convertirse en uno de los tres litorales mas contaminados de todo el mundo, por todo el material tóxico derivado del desguace a la intemperie de navíos que bajo el acero del casco se componen de todo tipo de asbestos, entre los que destaca el amianto. En los lodos de las playas de Alang también se pueden encontrar abundantes cantidades de metales pesados, varios tipos de carburos y una infinidad de sustancias químicas que en determinados puntos pueden formar cúmulos de ácidos en grandes charcos, que si se estancan, pueden emitir vapores nocivos.


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