La cara asesina del Everest


El Everest, o Sagarmatha como la conocen en Nepal es todo un reto para los escaladores de todo el mundo con sus 8.848 metros de altura. Hasta el dia de hoy 2.062 personas han ascendido a la cima, pero no todos han tenido tanta suerte, 203 personas han muerto en el intento y otras tantas han salido de alli con amputaciones graves debido al congelamiento.


Las condiciones de la montaña son tan difíciles que la gran mayoría de los cuerpos permanece en la montaña. Muchos de ellos son visibles desde las vías de ascenso habituales, otros llevan decadas desaparecidos en la montaña, y muchas veces, son descubiertos congelados por otros alpinistas.

Casi todos estan en la cara norte, muchos en la misma ruta de escalada por la que pasan los alpinistas, que les han puesto nombres familiares. Uno de los más conocidos es "el saludador", a quien la muerte dejó un gesto de bienvenida. Otros cuerpos, como el de la japonesa Shiroko Ota, aún cuelgan de la cuerda que debió ayudarles en el descenso. Cabe destacar la temporada de escalada de 1996, en donde quince personas murieron convirtiendo este año en el más mortífero de la historia del Everest. Ocho de ellas, pertenecientes a tres expediciones distintas, murieron el día 10 de mayo debido a una tormenta que afectó el Everest. En el mes siguiente otras 4 personas murieron como consecuencia de la lesiones producidas ese día.

Y no solo de humanos se nutre el Everest, de vez en cuando tambien se descubren helicopteros e incluso aviones

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